Aceptar las Altas Capacidades

Un temor común de las personas con Altas Capacidades no reconocidas es que, admitir su diferencia, arruinará sus relaciones con familiares y amigos, quienes podrían etiquetarlos de “se creen superiores”, poniendo en peligro su lugar en un mundo dominado por las personas “normales”.

Quien más quien menos, ha conocido a personas inteligentes a las que les encanta alardear de ello y lo utilizan para avergonzar, manipular o humillar a los demás. En realidad, estas personas suelen tener otros problemas que resolver. En algún momento de su infancia, seguramente para protegerse, aprendieron a usar su superdotación como arma contra los demás y contra sí mismas.

Muchos adultos con Altas Capacidades, conscientes de que existen este tipo de personas, y habiendo sido etiquetados ellos mismos, en alguna ocasión, de ser más listos que los demás, han aprendido a camuflarlo. Reconocer ahora sus Altas Capacidades, o las de sus hijos, abiertamente, significa exponerse al rechazo.

Pero, en realidad, es positivo que estas personas acepten su excepcionalidad, ya que reconocer su condición y darse cuenta de que perciben el mundo de manera diferente, puede reducir el malestar y la incomprensión que llevan experimentando a lo largo de sus vidas. A efectos prácticos, puede evitar que acaben aisladas. O, en el caso de que ya lo estuvieran, tienen la posibilidad de abrirse a conocer otras personas que compartan su mismo rasgo. Salir de la cueva, encontrarse con gente que ha experimentado el rechazo y la frustración de la misma forma, poder compartir sus rarezas, sus inquietudes, o incluso su sed insaciable de aprender, sin ser vistos como bichos raros, tiene efectos transformadores. Si eres una de estas personas, ¡te animo a dar el paso!

Y, si tenéis hijos y sospecháis que podrían tener Altas Capacidades, cuanto antes lo normalicéis, mejor los podréis acompañar a desarrollar todo su potencial. Cuando ellos se sienten reconocidos, es más fácil sensibilizarles de forma temprana, de que no son superiores y de que no deben infravalorar al resto de compañeros. Aunque se lo queramos esconder, ellos saben que son diferentes, lo viven todos los días en la escuela. Negándonos a reconocerles sus capacidades, corremos el riesgo de que se sientan frustrados y tengan una mayor necesidad de demostrarlas, generando así el rechazo de sus compañeros.

En cualquier caso, debemos ser conscientes de que, la no detección de las características de estas personas conlleva implícito un gran malestar emocional.

Afortunadamente, hoy en día, hay muchas herramientas y profesionales que te pueden ayudar a explorar este camino. El coaching es una de ellas.

Si has llegado hasta aquí, probablemente tú también seas una de estas personas. A través del coaching, podemos trabajar para que aceptes y vivas tus Altas Capacidades de una forma sana y positiva para ti y para todo tu entorno.

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