El Propósito

Propósito

«El sentido de la vida es encontrar tu don. El propósito de la vida es compartirlo».

Pablo Picasso

En psicología, el propósito en la vida es una intención sólida de lograr algo que sea personalmente significativo y, al mismo tiempo, contribuya productivamente al bien común.

El propósito debe convertirse en la brújula que marcará el rumbo que tomará la marca personal. Con frecuencia, nos encontramos con profesionales que “son” el puesto que tienen, más que la persona que ocupa el puesto. Si queremos evitar esto, antes de crear la marca personal, debemos hacer un ejercicio de introspección profundo que nos permita entender quien somos realmente para, a partir de ahí, intentar verbalizar nuestro propósito.

A la pregunta ¿Quién eres? La mayoría de la gente responde a través de las etiquetas con las que se ha ido identificando a lo largo de su vida: nombre, hombre/mujer, nacionalidad, edad, estudios… Pero en realidad, cada individuo, es mucho más que estas etiquetas superficiales. Para poder trabajar nuestra marca personal, primero tendremos que tener claro quienes somos realmente, qué nos hace auténticos, únicos y diferentes, para después poder comunicarlo al mundo.

¿Cómo encuentro mi propósito? Esta es la pregunta que se han hecho millones de personas de todos los tiempos. Y para mí, personalmente, es la parte más compleja de este proceso.

El propósito debería empezar a aflorar al conectar creencias, valores, pasiones y talentos:

  • Aquello en lo que eres bueno.
  • Lo que te gusta hacer.
  • Lo que el mundo necesita.

Y tiene que ser coherente con tus valores.

Si además, a través de la marca personal, pretendes que este propósito te reporte ingresos, tendrás que añadirle una última variable:

  • Que sea algo por lo que haya gente dispuesta a pagar.

A continuación te dejo una plantilla, que a mí me está ayudando a encontrar mi propósito:

El propósito surge cuando tu mejor versión, se compromete con una causa superior, y debería ser algo que te beneficie a ti, a los tuyos, a todos los demás seres, y al planeta.

El propósito no se encuentra de la noche a la mañana y, como ya sabían los antiguos filósofos, requiere de esfuerzo y tiempo, pero hay que empezar por algún punto. Como decía Lao-Tse: “Un viaje de mil millas comienza con un primer paso”. En mi experiencia, el solo hecho de ponerse en movimiento y tener la intención de encontrarlo ya te está acercando a él. Y si además, lo haces desde el amor, disfrutando del proceso y confiando que lo vas a encontrar, más tarde o más temprano, aparecerá.

Y cuando consigas identificarlo, no se trata de dejarlo todo atrás para empezar una nueva vida. Se trata de que el propósito se convierta en la luz que ilumine tu camino, para, sin prisa, pero sin pausa, ir introduciendo los cambios necesarios que te lleven a una nueva situación que te haga a sentir más realizado, tanto a nivel personal como a nivel profesional.

La descripción del propósito tiene que ser breve para que la puedas memorizar fácilmente, pero lo suficientemente larga para inspirarte y guiarte en todo momento (de 4 a 10 palabras).

El propósito es como un mantra que te acompaña siempre, y no tiene que hacerte pensar, tiene que hacerte sentir.

Para conectar con este propósito te recomiendo el siguiente ejercicio: Viaja por toda tu vida hasta los 3 años. Imagina un hilo rojo que conecta tus vivencias (tus logros, tus fracasos…) hasta el día de hoy. Imagina este hilo como un hilo de tender del cual cuelga un cartel. En el cartel pone:

“Mi vida hasta aquí ha estado dedicada a ….”

A través de este ejercicio conectarás con las motivaciones que te han movido durante toda tu vida, lo cual estará estrechamente relacionado con tu propósito.

Otra manera de llegar hasta él es a través de la siguiente pregunta. Si tu vida fuera un libro y tus vivencias, los capítulos, ¿Cuál sería el título del Libro?

Después de días trabajando mis valores y planteándome estas preguntas, de repente, vi la luz. Sentí el mantra que me ha acompañado cada día, durante años, sin ser consciente de ello. El título del libro, el cartel que cuelga de mi hilo rojo, mi estrella polar… estaba ahí y decía: ‘Living the dream’.

¡Te animo a que no te rindas, y encuentres el tuyo!

Ejemplos de propósitos personales:

  • Hacer comida más saludable para más gente.
  • Crear historias inspiradoras para otras personas
  • Inspirar a otros seres a vivir desde la autenticidad y la pasión.
  • Explorar el mundo desde la curiosidad y estar presente en cada experiencia

Ejemplos de propósitos de empresas:

  • Todos merecemos un verdadero hogar (Ikea).
  • Inspirar y desarrollar a los constructores de mañana (Lego).
  • Crear Felicidad (Disney).
  • Refrescar al mundo y marcar la diferencia en la vida de las personas, la sociedad y el planeta (Coca-Cola).

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