Los Saboteadores

Los saboteadores son mecanismos de protección que aparecen cuando somos niños. Tienen la función de ayudarnos a sobrevivir a las amenazas reales e imaginarias, asegurando así nuestra supervivencia física y emocional. Cuando somos adultos ya no los necesitamos, pero se han convertido en habitantes invisibles de nuestra mente. Los patrones de pensamiento, sentimiento y reacción de nuestros saboteadores se codifican en nuestro cerebro a través de vías neuronales. Cuando estas vías neuronales se activan, somos “secuestrados” por ellos y sentimos, pensamos y actuamos según sus patrones.

Los Saboteadores son los enemigos internos. Son un conjunto de patrones mentales automáticos y habituales, cada uno con su propia voz, creencias y suposiciones, que trabajan en contra de tus mejores intereses. El peor daño lo causan porque te han convencido, con sus mentiras, de que trabajan para ti, cuando en realidad son tu mayor obstáculo. Los has aceptado, ya no los ves como lo que son: intrusos.

El Juez es el Saboteador por excelencia. Todos sufrimos por su causa. Te obliga a encontrar constantemente defectos en ti mismo, en los demás y en tus condiciones y circunstancias. Genera gran parte de tu ansiedad, estrés, ira, decepción, vergüenza y culpa. Nos convence haciéndonos creer que sin él nos convertiríamos en seres perezosos y poco ambiciosos que no conseguirían gran cosa. A menudo se confunde su voz con la voz de la razón, en lugar de identificarlo como el saboteador destructivo que en realidad es.

Además de este juez, Shirzad Chamine, en su libro sobre inteligencia positiva, identifica 9 Saboteadores cómplices y, en función de su motivación y estilo, los clasifica así:

El Evitador: se centra en lo positivo y lo agradable de forma extrema.

El Controlador: se mueve por la necesidad de tomar las riendas, controlar las situaciones y someter las acciones de los demás a su voluntad.

El Triunfador: te hace depender de tus logros constantes para respetarte y validarte a ti mismo. Te mantiene centrado principalmente en el éxito externo más que en criterios internos de felicidad.

El Hiperracional: te empuja al procesamiento racional de todo, incluidas las relaciones. Bajo su influencia, puedes ser percibido como frío o intelectualmente arrogante.

El Hipervigilante: te genera ansiedad por todos los peligros que te rodean y por lo que podría salir mal.

El Complaciente: te obliga a ganarte la aceptación y el afecto de los demás, ayudándolos, complaciéndolos o rescatándolos.

El Inquieto: está constantemente en busca de mayor emoción en nuevas actividades o manteniéndote ocupado.

El Exigente: es la necesidad de perfección, orden y organización llevada al extremo.

La Víctima: se compadece constantemente como un mecanismo de ganar atención y afecto.

Ser capaz de identificar a tus Saboteadores es el primer paso para acabar con sus mentiras, que te impiden alcanzar tu verdadero potencial en tu carrera, tus relaciones y tu felicidad.

A través de un proceso de coaching podemos trabajar los saboteadores y las creencias que les sustentan para que no se interpongan en tu camino.


Del libro POSITIVE INTELLIGENCE, de SHIRZAD CHAMINE.

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